Ya llevaba abierta su tiempo en Madrid la primera tienda “mono-marca” de New Balance en España pero hasta la fecha no había pasado por la misma. Y eso que la localización de la misma, en la calle Augusto Figueroa, a la espalda de la tienda adidas Originals de Fuencarral, no puede decirse que sea “recóndita”. La razón principal, para ser sincero, era mi escaso interés hasta la fecha por la marca norteamericana. Pero de estos meses a acá he empezado a tener fijación en los modelos de New Balance y por lo tanto, la visita ya era obligatoria. Tengo que reconocer que en lo que a tiendas de zapatillas se refiere, la tienda de New Balance es la mejor tienda que se ha abierto en España, tanto por su diseño como, y esto es lo verdaderamente importante, por los modelos que podemos encontrar en su interior. La verdad, la única pega que se le encuentra a dicha tienda son sus dependientes, o parte de ellos para ser sincero, puesto que el encontrártelos tirados en el sofá del recibidor de la tienda en plan pasota no da muy buena imagen que se diga (aunque se quiera vender una pose de “modernillo desinteresado”). Por lo demás, una tienda que debería convertirse en un punto de referencia dentro del mundo de las zapatillas en España.

Ya llevaba abierta su tiempo en Madrid la primera tienda “mono-marca” de New Balance en España pero hasta la fecha no había pasado por la misma. Y eso que la localización de la misma, en la calle Augusto Figueroa, a la espalda de la tienda adidas Originals de Fuencarral, no puede decirse que sea “recóndita”.

La razón principal, para ser sincero, era mi escaso interés hasta la fecha por la marca norteamericana. Pero de estos meses a acá he empezado a tener fijación en los modelos de New Balance y por lo tanto, la visita ya era obligatoria.

Tengo que reconocer que en lo que a tiendas de zapatillas se refiere, la tienda de New Balance es la mejor tienda que se ha abierto en España, tanto por su diseño como, y esto es lo verdaderamente importante, por los modelos que podemos encontrar en su interior.

La verdad, la única pega que se le encuentra a dicha tienda son sus dependientes, o parte de ellos para ser sincero, puesto que el encontrártelos tirados en el sofá del recibidor de la tienda en plan pasota no da muy buena imagen que se diga (aunque se quiera vender una pose de “modernillo desinteresado”).

Por lo demás, una tienda que debería convertirse en un punto de referencia dentro del mundo de las zapatillas en España.